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Descubrimientos de txakoli en Gure Ardoak
Yolanda Ortiz de Arri · 3 de marzo de 2025
Hace un par de semanas se celebró en Bilbao Gure Ardoak, el primer salón profesional de vinos y otras bebidas de Euskadi.
Organizado por el Gobierno Vasco, a la cita acudieron un total de 101 productores, principalmente de vino de Rioja Alavesa y de txakoli de las tres provincias pero también de sidra, cerveza y destilados.
La muestra fue una oportunidad para ponernos al día en el mundo del txakoli después de la gran inmersión que realizamos en la zona en 2020, año de la pandemia. Descubrimos algunos vinos y productores interesantes.
En la DO Getaria, una zona con 31 bodegas, 464 hectáreas de viña y 2,5 millones de litros de producción anual siguen dominando los txakoli de consumo rápido, con carbónico añadido y un tanto tecnológicos, pero también encontramos otros que exploran otras vertientes.
Getaria, mas allá del carbónico
En Arbela (pizarra, en euskera) hacen honor a ese suelo poco habitual en Getariako Txakolina, pero presente en la zona de Aia, donde se encuentra esta bodega. Tanto su nuevo espumoso, Arbela Mari Brut Nature, como Arbela joven y Arbela Enbata, con más profundidad gracias al trabajo de lías, son vinos con frescura, carácter mineral y precios que van de los 10 a los 20 €.
La bodega está asesorada por Héctor Gómez y Maitane Barrero, dos enólogos con mucha experiencia en la zona y autores de su propio txakoli, Adur.
Del salón destacamos también la originalidad de los vinos de Blai & Blai, en especial su Orange (15 €), un vino naranja de la variedad hondarrabi zuri que pasa 15 días con sus pieles aportando una textura extra al conjunto sin perder la frescura habitual de la variedad.
Es un estilo muy poco explorado en la comarca, pero esta pequeña bodega ubicada en Oñati, en el interior de Gipuzkoa, lo aplica tanto en este vino como en Sakona 2023, que mezcla uvas de la costa con uvas de Oñati, con más madurez, y se macera con pieles durante cuatro días.
Todavía están en una fase inicial y de mejora pero el dinamismo y las ganas de ir más allá son siempre una buena señal.
La bodega K5, en cuyo accionariado participa el famoso cocinero Karlos Arguiñano, va a lanzar en julio su primer espumoso de la añada 24, pero en lugar del método tradicional han preferido decantarse por un ancestral de hondarrabi zuri, buscando un estilo más inmediato, fresco y fácil de beber.
Es una opción más que interesante para momentos de consumo informales y se complementa a la perfección con otros txakolis de la casa que buscan más complejidad y capacidad de guarda como K5 –en la web de la bodega se pueden comprar añadas viejas– o Kaiaren, cuya añada en curso es 2016. Con 48 meses de crianza sobre sus lías y reposo en botella desde 2021, Kaiaren (6.700 botellas, 39 €) mantiene la acidez de la hondarrabi zuri envuelta en notas de fruta madura y ahumados con un agradable final salino.

Bizkaia: lías y longevidad
De las tres DOs de txakoli, Bizkaia es probablemente la más dinámica. Su apuesta por amparar estilos diversos dentro de la DO ha abierto las posibilidades a los productores más inquietos para ampliar el trabajo de los suelos y zonas de la región y trasladarlo a sus vinificaciones.
Uno de los que más ha aprovechado esta circunstancia es Itsasmendi, que recientemente ha lanzado una interesante gama de vinos parcelarios bajo el nombre de Paradisuak.
Fue la primera bodega de txakoli en hacer un vino de guarda en 2003 y sigue profundizando en la búsqueda de la longevidad de sus vinos. Lo comprobamos con el mágnum de Itsasmendi 7 2018 (31,50 €) que Iñaki Suárez, director técnico de la DO, trajo a una de las catas del salón: buena evolución, agradable amargor y notas de hidrocarburo en final de boca. Otro ejemplo de la capacidad de perdurar en el tiempo del txakoli bien elaborado.
Xuxur 2022 (17 €) es el primer vino en el mercado de Lvre Wines, una bodega de reciente creación impulsada por el enólogo Guillermo Iturriondobeitia, que trabajó con Oxer Bastegieta, y el productor musical vasco-californiano Rafa Sardina.
Trabajan con viñedos propios en las localidades de Orozko, donde tienen la bodega, y Arrankudiaga, ambas en el interior de Bizkaia, una zona menos lluviosa y donde las uvas suelen madurar antes que en la costa. Xuxur se cría con sus lías durante ocho meses en inox y no hace bâtonnage.
Su nombre viene de la palabra Xuxurla, que en euskera significa susurro, y encapsula bien su carácter: notas melosas de melocotón y membrillo, envolvente pero jugoso y con la acidez siempre de fondo.
Exportan la mayor parte de las 10.000 botellas que elaboran, pero tienen potencial de crecimiento hasta las 30.000. La bodega prevé sacar en breve un hermano mayor para Xuxur, con crianza en inox y barrica, que se llamará Ailur. También tienen en el mercado Landazuri, una colaboración con el músico Enrique Bunbury.
Berez Galanta G2 2021 (22 €) es un txakoli criado sobre lías por Txakoli Galanta, una bodega creada en 2019 en Galdakao, aunque las primeras plantaciones de la variedad hondarrabi zuri son de 2011. Podría decirse que es un txakoli trasversal, con guiños a Getaria –se vende en botella rin, como la mayoría de txakolis jóvenes de Gipuzkoa– pero con el volumen de las lías que suele ser el sello de Bizkaia y agradables notas herbáceas y balsámicas que le aportan frescor. Curiosamente, se presenta con tapón de rosca, algo poco habitual en la categoría.
También pudimos confirmar el excelente nivel de los txakolis de Oxer Bastegieta entre los que destacó el equilibrado y envolvente Terlegiz (1.200 botellas, 58 €), que mezcla cuatro variedades blancas y se cría en foudre con sus lías durante ocho meses.

Promoción, aranceles y visibilidad nula para las mujeres
Gure Ardoak nos pareció un salón interesante y bien planteado, con la posibilidad de combinar visitas a los stands con catas enfocadas sobre todo a hostelería, y dirigidas por profesionales como Iñaki Suárez, director técnico de la DO Bizkaiko Txakolina, el sumiller Telmo Iruretagoiena o José Ignacio Junguitu, enólogo y responsable de Junguitu, ¿hablamos de vino? Sin desmerecer su trabajo, nos llamó la atención que entre los seis expertos que impartieron catas no hubiera ni una sola mujer.
¿Cómo es posible que en un evento público de este calibre no se exija un esfuerzo por normalizar el papel y la presencia de la mujer en el sector del vino, a todos los niveles? En Euskadi, mujeres sumilleres, enólogas, divulgadoras y productoras las hay, y muy buenas.
Por otro lado, y en una clara apuesta por promocionar el sector primario, al salón acudió el lehendakari Imanol Pradales, que animó a consumir productos vascos en Euskadi pero sin dejar de abrir mercados internacionales “ante la incertidumbre que acecha a la economía global y el efecto de las políticas arancelarias de la administración Trump”, que como dijo a los bodegueros, “ya las padecisteis en su primer mandato”.
El País Vasco exporta el 12,2% del volumen total de vino con DOP envasado de España. Entre enero y octubre de 2024, la facturación aumentó un 5% hasta los 191,7 millones de euros. Estados Unidos es el principal mercado en valor mientras que Reino Unido lo es en volumen.

Yolanda Ortiz de Arri
Periodista con más de 25 años de experiencia en medios nacionales e internacionales. WSET3, formadora y traductora especializada en vino
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