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Hiruzta Bodega: la tradición vasca en forma de txakoli
3 February, 2021
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Pedro R. Arias / @PedroRArias5b
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Hiruzta es un proyecto que nació de la mano de un padre y dos hijos, Asensio, Txarli y Ángel Rekalde, quienes consiguieron alcanzar su sueño compartido de crear su propia bodega de txakoli en uno de los rincones más bellos de Euskal Herria: Hondarribia.
De dos palabras en euskera surge el nombre de la bodega que hoy tenemos el placer de conocer: Hiru-ren/ de tres y Uzta/cosecha.
Desde su inauguración Hiruzta ha seguido una trayectoria seria y de futuro, creando un proyecto enológico completo y elaborando unos txakolis muy cuidados y con personalidad propia.
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El sueño de una familia hecho realidad
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Con entusiasmo e ilusión, los Rekalde han conseguido crear con sus propias manos un lugar tan magnífico como este, participando tanto en la plantación del viñedo como en la construcción de la bodega y siguen vinculados en el día a día.
En 2007 comenzó el proyecto con la preparación de terrenos, gracias a que la Denominación de Origen Getariako Txakolina abrió la posibilidad de plantar y elaborar txakoli en toda Gipuzkoa. A partir de ahí en 2012 se creó la bodega, siendo su primera añada la del 2011.
La climatología, los suelos y el tipo de cultivo son las claves del excepcional terroir de Hiruzta.
Las 17 hectáreas de viñedos que rodean la bodega se encuentran plantadas en espaldera, en una ubicación privilegiada orientada al sur estratégicamente para obtener la máxima insolación y la brisa marina de los acantilados de Jaizkibel. La uva autóctona, Hondarrabi Zuri, es la protagonista de sus parcelas. Todo ello, da como resultado vinos de gran calidad y con estilo propio.
El origen del txakoli
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Los txakolis son unos vinos afrutados, de graduación alcohólica moderada y con una buena acidez, elaborados principalmente en el País Vasco.
Existen referencias de que en 1581 ya se elaboraba este vino en Hondarribia, pero en el siglo XVII al ser un lugar fronterizo, el municipio vasco sufrió muchos sitios y batallas. Cuando esto sucedía las tropas enemigas solían devastarlo todo y arrancaban plantaciones.
Se cree que en el sitio de 1638 fue cuando se perdieron definitivamente todas las viñas y cepas. Se terminó por perder la producción de txakoli en la zona, manteniéndose a partir de Getaria.
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Txarli Rekalde, fundador y gerente de Bodegas Hiruzta.
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Sin embargo, la aparición del proyecto de los Rekalde ha permitido la recuperación de la tradición centenaria de la producción y la elaboración de txakoli para Hondarribia, pueblo que da nombre a las variedades autóctonas con las que se elabora este vino: Hondarrabi Zuri y Hondarrabi Beltza.
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Vinos de indiscutible calidad
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Hiruzta Bodega actualmente comercializa una gama de siete auténticos txakolis, entre los que encontramos: el Hiruzta, un blanco que conjuga a la perfección el clasicismo con un estilo moderno y que deja un final largo y aromático; el Hiruzta Berezia, un vino de gran personalidad y originalidad que ofrece intensos aromas de frutos blancos acompañados con un sutil perfume floral; el Hiruzta Rosé, un rosado joven y refrescante con intensos aromas a frutos rojos y notas vegetales de gran calidad; el Brut Basque Nature, un vino espumoso equilibrado y fresco, con una agradable sensación picante por el gas carbónico natural; y el Hiruzta tinto, un txakoli del 2019 elaborado a partir de uvas de la variedad autóctona Hondarrabi Beltza, que asegura un buen paso de boca y un final lleno de aromas varietales.
Hoy sus txakolis han conquistado los paladares del mundo entero, situándose entre los mejores vinos atlánticos del momento. Importadores especializados de más de 20 países han confiado en Hiruzta:
EE.UU., Noruega, Finlandia, Japón, Holanda, Gran Bretaña, Irlanda, Bélgica, Francia, Alemania, Dinamarca,…
Toda una revelación dentro del panorama nacional e internacional que se ha visto reconocida a través de numerosos premios en prestigiosos concursos, como los IWC International Wine Challenge de Londres, el Decanter World Wine Awards o el Concurso Internacional de Vinos Bacchus.
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Referente en enoturismo del País Vasco
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En Hiruzta el visitante podrá descubrir en primera persona el secreto de la elaboración de un txakoli a partir de la atractiva oferta de enoturismo que dispone la bodega.
En la cata ‘Descubre Hiruzta” se pueden degustar tres de sus vinos más representativos y conocer la historia de la bodega y su relación con Hondarribia, así como las características de sus viñedos.
Y su “Experiencia enogastronómica Hiruzta” se pueden recorrer todos los rincones de la bodega y disfrutar de un aperitivo elaborado a medida, seis pintxos de productos locales de la tierra, el mar y la huerta.
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Espacio de la bodega dedicado a tienda y sala de catas y degustaciones.
Otro de los principales atractivos que el visitante no se puede perder es su Asador Sutan, un restaurante que nació de la unión con los hermanos Txapartegi y con la finalidad de satisfacer a todos los amantes de la buena parrilla.
Un lugar único rodeado de viñedos donde disfrutar de la mejor gastronomía del territorio. Comida de proximidad y de temporada: setas, carnes, quesos, verduras de los caseríos cercanos… llevados directamente a la parrilla y listos para maridar con su gran variedad de vinos.
Para más información se puede contactar con la bodega llamando al 964 10 40 60 o escribiendo a reservas@hirutza.com. Sin duda, una oportunidad de descubrir un entorno único donde disfrutar de la verdadera tradición vitivinícola y gastronómica vasca.
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EL VINO DE LA SEMANA
Hiruzta Txakoli Tradicional 2020, desde la cuna de la Hondarribi Zuri
El nombre de la bodega significa «Cosecha de tres», ya que es el sueño cumplido de Asensio Rekalde y sus dos hijos, Txarli y Ángel
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MADRID · 16/08/2021

La vid es una planta fascinante. Cuantas más viñas visito, más bonita me parece. En las faldas del monte Jaizkibel se encuentran los viñedos y la bodega de Hiruzta .
Allí, plantada en espaldera, los racimos de Hondarribi Zuri están en este momento del verano compactos y preciosos, ya casi a punto para ser recogidos. Un espectáculo digno de ser visto. Mientras tanto, podemos disfrutar de la añada 2020, que ahora mismo está en su cenit.
El txakoli es un estilo a menudo infravalorado. Sin embargo, para mi reúne todos los requisitos que busco en un vino blanco: acidez, frescor, complejidad aromática sin ser predominante y autenticidad .
Así es el txakoli tradicional de Hiruzta, con un carbónico residual sólo perceptible visualmente, en forma de diminutos rosarios que se producen de forma constante en la copa.
El nombre de la bodega significa «Cosecha de tres», ya que es el sueño cumplido de Asensio Rekalde y sus dos hijos, Txarli y Ángel.
En 2007 plantaron sus viñas en el pueblo pesquero que da nombre a la variedad, Hondarribia. La del año 2011 fue la primera cosecha que salió al mercado y hoy en día están más que consolidados.
Se puede visitar la bodega y probar sus txakolis maridados con la extraordinaria cocina y atención de los hermanos Txapartegi, o en nuestras casas con cualquier alimento que provenga del mar, quesos y elaboraciones sencillas.
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Hondarribia inaugura su primera bodega de txakoli
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Hiruzta recupera una tradición que se daba en la zona hace siglos. Impulsada en el barrio de Jaizubia por la familia Rekalde, la marca entra en la Denominación de Origen ‘Getariako Txakolina’
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IÑAKI GOIKOETXEA. HONDARRIBIA · 23 de marzo de 2012
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«Lo que hace cinco años era un sueño, se convierte en realidad gracias a la ayuda y las ganas de todos».
Esta es la frase con la que Asensio Rekalde, impulsor del proyecto junto a sus hijos Txarli y Ángel, resumió el sentimiento de la familia en la inauguración de Hiruzta, bodega con la que se recupera la producción txakolinera en Hondarribia.
Esta es una relación que viene lejos, tal y como señalan los documentos del Archivo Municipal revisados para la ocasión. Como dato curioso, solo hay que fijarse en ‘hondarribi zuri’ y ‘beltza’, los nombres de los dos tipos de uva con los que se obtiene el txakoli, un caldo que, al igual que la sidra, antes se producía en muchos caseríos de Euskal Herria.
Unos ochenta invitados no quisieron perderse este reencuentro entre los que se dieron cita personalidades de la cultura local, colegas de la asociación de gastronomía o concejales de todos los grupos con representación en el Ayuntamiento.
Tras el aurresku de honor y la bendición a cargo del sacerdote Martín Iturbe, los presentes entraron a la bodega donde el alcalde, Aitor Kerejeta, tomó la palabra para «agradecer la ilusión con la que la familia Rekalde ha trabajado para traer el txakoli a su pueblo, donde se quedará para convertirse en uno más de nuestros símbolos».
Por su parte, la enóloga Ana Martín subrayó que «desde el primer momento los productores tuvieron muy claro su proyecto y, gracias a contar con viñedos propios, se ha logrado un caldo que en su primer año tiene unas muy buenas características, que continuaremos mejorando».
La bodega se sitúa en el barrio de Jaizubia, entre nueve hectáreas de viñedos y alberga la zona de elaboración del vino, varias estancias para la cata, una sala de reuniones y una pequeña tienda abrió.
El edificio se inauguró ayer, pero las primeras 70.000 botellas, en las que no falta la imagen del Santuario de Guadalupe y de la ‘amatxo’ que protege las viñas, comenzaron a venderse a finales de año. En una primera valoración, Txarli, señala que «el proceso está siendo muy positivo y ya somos una marca más a tener en cuenta dentro de la denominación de origen».
Apertura a toda Gipuzkoa
La producción de txakoli estaba delimitada a los municipios de Getaria, Zarautz y Aia hasta que en 2008 el Consejo Regulador abrió la denominación de origen ‘Getariako Txakolina’ a todo el territorio.
Este fue el momento en el que Asensio Rekalde comenzó a darle vueltas «a la idea de utilizar una antigua cantera y sus terrenos colindantes para producir esta modalidad de vino blanco».
Varios profesionales del sector visitaron la parcela certificando la idoneidad del lugar «al estar situado junto a la bahía de Txingudi y el mar, bajo la protección del monte Jaizkibel y en una zona con orientación sur».
Un total de veinticinco marcas componen la oferta del txakoli guipuzcoano tras la apertura de bodegas en Oñati, Olaberria, Deba, Mutriku y Arrasate, pero Hiruzta (cuyo nombre significa ‘cosecha de tres’ en euskera) quiere aprovechar su situación estratégica entre San Sebastián y la muga:
«Somos la puerta de entrada desde Iparralde por lo que nos gustaría crear sinergias con los atractivos culturales e impulsar un turismo de sensaciones en Hondarribia y el Bidasoa».
Mientras se ponen a punto los últimos detalles de las instalaciones en las que no faltan láminas sobre la historia local del txakoli o unos bertsos creados por Jesus Mari Mendizabal ‘Bizargorri’ para la ocasión, ya se pueden hacer reservas para catas o comidas degustación.
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