.

.

Desde la ermita de San Roque

Vista desde la ermita de San Roque del valle del Txorierri poco después de la desanexión de sus municipios de Bilbao. Ayto. Bilbao

Es un montículo perfecto para descubrir todo lo que ha crecido el valle del Txorierri en las últimas décadas, como lo demuestra la imagen de 1983

.

No se puede entender Bilbao sin la metrópoli que la rodea. La Ría es el eje fluvial por el que se vehiculan los diferentes municipios que acompañan a la capital. Pero hay más. 

Detrás de Artxanda se encuentra la que en la época del franquismo tardío se constituyó como la expansión urbanística de la villa, las poblaciones del valle de Asua, hoy Txorierri, cuyos ayuntamientos estaban anexionados a Bilbao precisamente para facilitar ese crecimiento. Franco murió y con la democracia Sondika, Loiu, Zamudio y Derio retomaron el 1 de enero de 1983 su independencia perdida en 1966.

La imagen superior está tomada poco después de la liberación desde la ermita de San Roque, ese testigo religioso ubicado en la muga entre Bilbao y Sondika que ofrece una de las mejores panorámicas del valle.

Las dos paisanas y su perro se sientan a la sombra de la capilla que por aquel entonces presentaba un imagen espectacular tras la reforma que recibió el edificio en 1980. Y es que la capilla religiosa data del siglo XVIII y desde entonces siempre ha sido punto de reunión para los fieles y devotos del santo. Antiguamente los vecinos de la anteiglesia de Begoña (todavía no se había anexionado a Bilbao) y de Sondika, al estar a caballo de ambos municipios, acudían a ella para hacer rogativas por sequías. Su festividad en agosto no solo era protagonizada por el servicio religioso obligatorio, vecinos y allegados también celebraban al santo con buenas viandas y romerías que aún perduran en la actualidad.

En más de cuatro décadas la perspectiva ha cambiado radicalmente. Empezando por el espacio más cercano, la imagen recoge dos casas particulares, ambas de dos alturas, numeradas ambas con el 77 del Camino de San Roque que permanecen hoy como hogares familiares aunque atesorando respectivas reformas. La más estrecha de ambas se construyó en 1949 y el nombre de Goizeko-Izarra aporta orgullo a sus propietarios.

Pegado por encima de ambas construcciones, la instantánea recoge la anterior distribución y espacio que presentaba el txakoli Simón, todo un emblema en la gastronomía vasca popular, enclavado es un caserío del siglo XVIII.

Simón Lozano fue el emprendedor que en 1922 abrió el txakoli nutriéndose de las cepas que tenía alrededor para proveer a los parroquianos del caldo que muchos de ellos acompañaban con la propia comida que llevaban hasta las campas circundantes. 

Una de ella se ve en la imagen junto a la superficie explanada para acoger a los coches que muchos clientes usaban ya entonces para acercarse a este lugar apartado. Hasta tres generaciones de Lozano regentaron el txakoli hasta que en 1988 cambió de manos. Oscar García, empleado del ya restaurante por entonces, asumió el ofrecimiento familiar de encargarse del negocio, que ocupaba solo el edificio alargado. Un bloque que albergaba el comedor para medio centenar de clientes, la cocina, la cuadra y el gallinero y que bajo la superficie escondía la bodega de txakoli. 

El nuevo propietario y su socio Fernando Campo, fallecido ya, vieron el potencial del establecimiento y años después, en 2005 dieron un paso más y habilitaron en el piso superior un comedor para 80 personas cuyos ventanales ofrecen unas vistas sin igual del valle.

Te puede interesar:

Bilbao
Y la ría de Bilbao era un gran almacén
 

Una zona que ya empezaba a crecer entonces en ubicaciones industriales. Atestigua la imagen los comienzos de los polígonos empresariales hoy ya plenamente desarrollados de Sondikalde, Berreteaga y Larrondo extendidos por Loiu y Sondika. Destaca el gran pabellón de la firma Aceros Olarra, que persiste en la actualidad ocupando más espacio y con otra denominación, Acenor, tras ser absorbida la fábrica del polémico empresario Luis Olarra.

Por encima se vislumbran las alargadas pistas del aeropuerto de Bilbao cuya torre de control se observa a la izquierda de la fotografía y que un año antes protagonizó durante varios días un lleno total de aviones con motivo de ser Bilbao sede del mundial de fútbol de 1982. 

.

.

.

· Link

.

.

.

Txakoli Simón sigue su camino como una de las mejores carnes de Bilbao

En un entorno natural privilegiado junto a Bilbao, este restaurante destaca por su carne a la brasa, terraza al aire libre y amplia carta de productos tradicionales

Chuleta de buey asada.

.

Txakoli Simón se encuentra en el monte Artxanda, en Bilbao y tiene sus raíces en la tradición familiar de los Lozano, una familia bilbaina que comenzó a elaborar txakoli a mediados del siglo XX en la zona. En sus orígenes, no era un restaurante, sino una pequeña venta de vino blanco casero donde los vecinos de la zona y excursionistas del monte se detenían a tomar un trago.

El nombre de la casa procede de Simón Lozano, el fundador, que decidió aprovechar el terreno y el caserío familiar para producir txakoli y abrir al público una taberna sencilla, con mesas al aire libre y productos básicos.

Con los años, la creciente afluencia de visitantes y el boca a boca hicieron que el lugar evolucionara. De una taberna con jardín pasó a ser una cervecera, y más tarde, un restaurante con estructura formal. La familia incorporó parrilla, salón interior, carta y atención profesional, pero manteniendo el ambiente tradicional.

Hoy, varias décadas después, Txakoli Simón sigue en manos de la misma familia y aunque ya no producen txakoli propio, han mantenido el nombre como homenaje a sus orígenes. El lugar conserva elementos del caserío original, y el jardín, que antaño fue campa para ganado y viñedo, es hoy uno de los atractivos principales del establecimiento.

Una carta amplia

La propuesta gastronómica de éste lugar se basa en productos de cercanía y en recetas clásicas de Euskadi. La carta incluye entrantes tradicionales como ensaladas mixtas y de ventresca, espárragos de Navarraanchoas del Cantábricopulpo a la brasa, croquetas de jamón, morcilla, chorizo frito y demás clásicos.

Entre sus platos principales, destacan el bacalao a la vizcaina y la chuleta a la brasa con ensalada, considerada la especialidades del restaurante. En la sección de postres la línea sigue siendo la misma con opciones como arroz con leche tradicional, cuajada, tarta de queso o goxua entre otros. La carta de vinos incluye una amplia selección, con especial atención, como no podía ser de otra manera, a txakolís de la zona.

La chuleta es la reina

El plato más representativo de Txakoli Simón es la chuleta de vaca madurada a la brasa, elaborada con carnes de ganado mayor como vaca frisona, gallega o vasca. La carne se sirve sobre una piedra caliente para que cada comensal la cocine a su gusto y obtenga el punto deseado.

Este chuletón ha sido galardonado en diversas ocasiones como uno de los mejores de Bizkaia y tiene una reputación muy sólida entre los aficionados a la carne a la parrilla.

Popularidad creciente en redes

El restaurante ha recibido a las mayores referencias del mundo de los influencers gastronómicos del Estado. Entre ellos, son descatables los youtubers Cenando con Pablo y Sezar Blue, que aprovecharon su visita a la villa para pasarse a probar la que dicen es una de la smejores carnes de Bizkaia.

Te puede interesar:

.

El precio medio por persona se sitúa entre 30 y 50 €, dependiendo del número de platos o la calidad de las carnes elegidas. Ofrecen menú de chuletón cerrado o menú especial en eventos, generalmente en torno a 40 y 55  euros por comensal. Además, el restaurante tiene un aparcamiento gratuito en la calle que lo hace más accesible en coche.

No cabe duda de que Txakoli Simón sigue muy vigente y permanece siendo una de las carnes protagonistas de Bilbao. La carne está de moda y en este local llevan años perfeccionando su técnica.

.

.

.

· Link

.

.

.

.

.

..

.

.

.

.

.

.

..

Copyright © 2025 La guía del txakoli Inspiro Theme por WPZOOM