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Un txakoli que nunca falla, para tomarlo solo o acompañado con pintxos en una barra o en mesa, …
Un txakoli que es sinónimo de constancia por su trayectoria; por Txomin, su alegría y generosidad y el relevo generacional en su hijo Iker, por esa etiqueta eterna pasen los años que pasen, con el nombre de Txabarri o ahora con el de Txa Txabarri, …
Ah ! y por estar presente en casi todos los bares del pueblo donde vivo, mires por donde mires …
Enhorabuena, Txabarri Txakolina !
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