Este viernes, coincidiendo con el día de San Antón, se ha llevado a cabo la presentación de la cosecha de 2024 del txakoli de Getaria.
El acto ha tenido lugar en el Museo Balenciaga de Getaria, en el que además se ha entregado el premio Mahasti Jaun al restaurante Kofradia Itsas Etxea de Donostia.
Tras el acto, Andoni Egaña y Sebastian Lizaso, pregoneros un año más, han dado comienzo al tradicional Txakolin Eguna que organiza la localidad, y que cuenta con diferentes atractivos como una gran cata de txakoli junto al ayuntamiento además de actuaciones de trikitilaris y txarangas durante la jornada.
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La cosecha del txakoli de Getaria de 2024, la 35ª bajo la denominación de origen, ha reducido su cosecha un 10% respecto a 2023, y aunque el año fue húmedo y con pocos días despejados, el trabajo de los viticultores ha tenido como resultado una buena producción en cuanto a la calidad del espumoso, que cuenta con una media de 11 grados.
La uva recogida para después ser procesada y embotellada se ha traducido en 2024 en 2.500.000 litros de txakoli. Esta cifra equivale a cerca de 3.200.000 botellas, de las cuales el 91% son de txakoli blanco, otro 9% rosado y el 1% restante de tinto.
La baja temporal de tres bodegas en la denominación ha podido ser una de las razones de la disminución de la cosecha, ya que en 2024 fueron 31 las bodegas inscritas. Repartidas por todo el territorio y copando con viñedos 464 hectáreas, las bodegas de txakoli se encuentran en:
Getaria (9), Zarautz (6), Aia (3), Orio (2), Deba (2), Hondarribia (1), Alkiza (1), Beizama (1), Mutriku (1), Oiartzun (1), Olaberria (1), Oñati (1), Villabona (1) y Zestoa (1)

Mahasti Jaun 2024
Como cada año, la denominación Getariako Txakolina concede un galardón el día de la presentación de su última cosecha. El restaurante Kofradia Itsas Etxea, que abrió sus puertas en 2020 en el muelle donostiarra, ha sido el galardonado, y la denominación ha querido poner en valor la labor que hace uniendo al sector de la pesca con el del txakoli.
El proyecto, impulsado por el conjunto de las cofradías de pescadores del País Vasco y la organización de productores de pesca de bajura, Opegui, tiene como objetivo promocionar y revalorizar la pesca de bajura.
La directora de Opegui, Miren Garmendia, ha explicado que las ideas y los pilares del proyecto los tenían claros desde su inicio, y ha afirmado que “el consumo del pescado no se entiende sin el txakoli a su lado”.
Haciendo referencia a los delanteros de fútbol para halagar a su equipo, ha afirmado que “nadie mete un gol sin un pase previo”, y ha resaltado el trabajo de todos los que componen las cofradías de pescadores aunque haya sido ella la encargada de recoger el premio junto al Presidente de la federación de cofradías de pescadores de Gipuzkoa, Norberto Emazabal.
En lo que respecta al futuro, Garmendia cree que la pesca y el txakoli comparten varios retos como el del relevo generacional, y dejando a un lado “la dureza” de los sectores, piensa que “el trabajo siempre es más liviano si se hace con ilusión y empeño”.
Por ello ha destacado la importancia de transmitir a las jóvenes generaciones la importancia de ambos sectores en la cultura y sociedad vasca.
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«El consumo del pescado no se entiende sin el txakoli a su lado»
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El acto celebrado en el Museo Balenciaga ha contado con la presencia de representantes de diferentes instituciones públicas.
El viceconsejero de Alimentación y Desarrollo Rural del Gobierno Vasco, Raúl Pérez, ha afirmado en el acto, que ha calificado de “cercano y emocionante”, que “el futuro del txakoli tiene grandes retos que afrontar”. “El relevo generacional y el cambio climático dificultan cada año la producción”, ha añadido, y cree que pueden ser algunas de las razones por la que la cosecha ha disminuido respecto a 2023 y 2022.
No obstante, ha extendido su brazo a los viticultores recordándoles que el Gobierno Vasco está dispuesto a apoyar al sector en la medida de lo posible.
“Vocación, ilusión, formación y visión”. Con estos cuatro adjetivos ha calificado el diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, el trabajo de todos los viticultores que sacan adelante sus cosechas año tras año.
Para no repetir los datos recogidos durante 2024, ha querido reflexionar sobre lo que vio y conoció en su última visita a una txakolindegi. Bajo su punto de vista “sin el trabajo y el esfuerzo realizado a diario, la producción del txakoli no sería posible”.
Por último, la diputada de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio de la Diputación de Gipuzkoa, Azahara Domínguez, ha comenzado su breve discurso dejando claro que “el txakoli no es solo un vino, es parte de la cultura y la historia del territorio”.
La Diputación está trabajando para redefinir su modelo de turismo preservando la sostenibilidad y dando valor al entorno rural. En ese camino, Domínguez ha afirmado que el txakoli es “fundamental” para promover un turismo regenerativo y que deje un impacto positivo en el territorio.
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